miércoles, 12 de septiembre de 2012

Dijera el indio: "NUNCA RETES A NÁIDEN". Hechos 19:8 al 20





  Esta anécdota me ha sido un tanto difícil de platicar, debido a que cuando se la cuento a alguien, acabo literalmente durmiéndolo. De por sí molestan mis escritos, luego con la dudosa ortografía que a diario me cargo: Innegablemente a cualquiera le fastidiaría leerme. Ahora imagínense si tuviera la ocurrencia de contarlo en vivo y en directo... Temo que sería una horrible penitencia ¿No lo creen?  Por eso mejor te lo escribo, para que lo leas con todo el aburrimiento que sea posible.
 Cierta ocasión laboré en una enorme panadería de renombre, alrededor de cuatro a cinco meses, estando ahí me vi involucrado en una serie de predicamentos demasiado bochornosos, los cuales me ayudaron de modo no muy amable a ser cuidadoso respecto a la forma de comportarme con mis semejantes.  Dicha panadería de la que hago mención es de origen francés, actualmente ha crecido de manera importante. De hecho tiene ya bastantes sucursales en el Distrito Federal, esto debido a la calidad en cuanto a la elaboración de sus bocadillos, que hasta hoy día nadie ha podido igualar, debido a su peculiar sabor.  Fundado su establecimiento en la época de la Revolución, justo cuando se les dio asilo político a una inmensa cantidad de extranjeros por tiempo indefinido aquí en México. Fue aprox. allá por el año de 1878  Que los franceses se destacaron notablemente en el ámbito culinario, imponiéndo rotundamente su autonomía como los número 1 en el ámbito de la repostería.  
 Iniciando así modestamente un pequeño local en la avenida principal de la calle Madero, que a la postre se convirtiera en una de las panaderías de mayor prestigio en la capital, lo cual empezó a ser novedoso en aquellos días. Para ser más específico, hacen panes tan deliciosos que sólo la gente pudiente puede disfrutar.  Tales como los clásicos bolillos, teleras y baguettes que nunca faltan, al igual que las conchas, bisquets, cuernos, panqués, mantecadas, orejas, empanadas, ojos de büey, hmmmm, creo que ya me dio hambre Aunque lamentablemente desde aquel entonces no se han dejado de vender a un precio terriblemente elevado, es decir, rara es la vez que la gente humilde llega a comprar pan en aquel lugar.  Por cierto... justo ayer tuve la mala fortuna de comprarme una canastita de crema batida con chantilly, pero resulta que ya estaba agria. Me disgusté mucho, pero... ¿Qué se le puede hacer? Toda mi vida he sido un desdichado por lo dulce. Y lo único que me importa son los postres. Puedes quedarte con el salmón ahumado y el caviar.



 A veces no salen las cosas como uno quiere. De vez en cuando es sano aceptar la humillación, pues habrá ocasiones cuando la suerte no siempre esté de nuestro lado La otra vez se me ocurrió hacer un pastel con los breves conocimientos que obtuve de ahí, pero creo que terminé enfermándome, cada que volvía a ver el supuesto pastel, se me revolvía el estómago y el cerebro me empezaba a doler. Y por más intentos que hice, no pude jamás igualar la experiencia de casi ocho generaciones especializadas en la elaboración de tales delicias, con simples y vagos deseos de querer hacer algo que sinceramente estaba muy lejos de parecer un pastel, los cuales eran por demás infructuosos al igual que infantiles; sin duda alguna importan tanto los ingredientes como lo que hace uno con ellos.  La elaboración del pan ( sobre todo cuando lo hacen de dulce ): Es un arte que requiere de mucho ingenio, creatividad y, sobre todo, innovación constante No es lo mío debo aceptarlo, sin embargo, no existen reglas estrictas o rápidas para la elaboración del pan, por ser este un producto de fermentación Esto lo digo por que únicamente los Hot cakes me salen bien ( siempre y cuando los haya comprado en la tienda comercial ) Por cierto, y tú: ¿Vas al súper o a la Comer? Chale... Mejor sigo contándoles un poco más de lo que aprendí allá, algo que sin duda fue por demás interesante.  En el tenebroso interior de la masa, las células de la levadura comienzan a multiplicarse y a devorar el almidón de la harina, mientras, segregan una enzima que transforma químicamente parte de la masa en dióxido de carbono y en alcohol etílico, puro de preferencia.  Al burbujear, el gas aumenta hasta tres veces el volumen original de la masa, por otro lado el alcohol contribuye a dar al producto su aroma y sabor, pero estos pierden su fuerza a medida que los vapores se disipan con el calor del horno.  Al iniciarse la fermentación, la masa debe tener unos 25° C  de temperatura que, para alcanzarla el panadero debe tomar en cuenta tanto la temperatura del agua como la del recinto y por supuesto de la harina.  También influye mucho el ámbito exterior. Por ejemplo, una tempestad de lluvia y truenos levantaría la masa demasiado rápido y entonces se puede enfriar el lugar, lo que obviamente retardaría el proceso de cocción En seguida, a fin de mejorar la corteza y la miga interior, humedecen el ambiente del horno con vapor de agua.  Lo más admirable de esto es la integridad que muestran los panaderos al trabajar, empezando sus jornadas desde la media noche, haciendo a lo menos unas 500 piezas por turno, manteniéndose de pie hasta que llegan los demás suplentes de la mañana para preparar la otra hornada  ¡Sorprendente!  En cuanto a mí, todo parece indicar que de Francés nada más estoy salpicado, ¿Y de Panadero?  Temo decir únicamente por de pelo en pecho; sí, de esos pelos que por lo regular llega uno a encontrar en el pan. ¡Guácala!



 Durante las cuatro temporadas que estuve ahí laborando ( 10 de mayo, 2 de Noviembre, 25 de Diciembre, 6 de Enero y 14 de febrero ) no me fue tan mal, ya que logré reunir cierta cantidad considerable de plata, misma que me sirvió para subsistir.  Luego de unos meses la empresa me dio las gracias con una generosa suma de dinero, por mi eventual estancia en aquel lugar.  
  En esos días que trabajé, tuve la mala suerte y el infortunio de soportar la vejación por parte de un joven extremadamente agresivo. Su nombre - Adrián Romero, quien tenía por alias "Chucho el roto" Todo se originó por un descuido mío, debo reconocerlo.
  Había una máquina especial que tenía la función de aventar blockes de mantequilla, misma que para reiniciar su función, despedía cierto aire comprimido del mismo sitio de dónde salían estos blocks, para enseguida aplicarle nuevamente la harina.  La idea era que no se hiciera un batidillo de mantequilla en el área que estábamos trabajando, dicha operación se tenía que hacer antes o después de que el aparato escupiera ( por decirlo así ) el aire, pero había que saber el tiempo adecuado para hacerlo.  Desafortunadamente cuando me tocó echarle harina a la máquina, lo hice en el momento menos oportuno, y ya se imaginarán, todos a excepción de Adrián les cayó harina en sus rostros. Afortunadamente la mayoría de los compañeros se dieron cuenta que no fue intencional lo que hice; sin embargo, él no pensó lo mismo, que a partir de ese día no dejó de estarme tratando despectivamente.  Cuando acabé de disculparme con todos, me dice Adrián -  "Si me hubiera caído un poco de esa harina en la cara, ya te habría aventado este pedazo de masa que tengo:  En tu mera Jeta" ++ Yo le dije: ¡Pero es que no fue intencional. Tú mismo lo viste, carajo!.. A lo que él aludió con intensa y profunda rabia:
¡¿CÓMO QUE NOOO!?  Luego me dijo esto otro textualmente: "Te ves bien tranquilo. Pinche Lobo,
pero veo lo culerito que eres. Ya me estoy dando cuenta." Para ser sincero, fue bastante molesto aquel comentario, no sin antes decirle: Ya me disculpé. Ahora bien, si tú quieres seguir creyendo que lo hice de mala onda... Lo siento mucho, ya no es mi problema En ese instante todos se callaron, incluso Adrián cerró el pico. Y se necesitaba estar demente para hablarle así al clon de Lou Ferrino. Que para mi mala racha, tuve la osadía de enfrentar a un auténtico mastodonte físicoculturista.  Muy a pesar de haber cometido tan grave error, no me importó. De modo que empecé a envanecerme por haber desafiado al tipo más fuerte de toda la fábrica. Fue tanto mi pavoneo que se me ocurrió hacer la mayor torpeza de mi vida, haciendo una vulgar expresión con las manos ( muy parecida a la que acostumbraba hacer mi tocayo, el Abasolo ) cuando según yo creía, no me estaba viendo nadie.  Acabado de hacer la grosería, y con la suerte de Perro negro que me cargo, ya me estaba él viendo; enseguida y sin titubear me dijo esto :
 Para para para, ¿Qué son esas gesticulaciones? ¡¡¡¿¿ACASO VOS ME ESTÁS RETANDO?!!! Después de aquel comentario, y con tan mal acento argentino... Sentí como si la presión de mi torrente sanguíneo se hubiese bajado, pues empecé a sudar frío y no dejaba de tiritar Mis piernas vacilaban ligeramente, como un equilibrista que se balanceara sobre un hilo tendido en un pasado lejano. Por lo que al verme penosamente humillado ante aquel ciclópeo, decidí mejor negarme rotundamente a la provocación, de tal modo que les demostré a todos cuán cobarde me vi. Creo que eso me pasó por estar jugándole al machito, sentir que la podía levantar, y pensar que "casi casi" era algo así yo como indestructible.
  A partir de ahí empezó el pequeño infiernillo. Le había pedido perdón a Dios, porque en ese entonces ya creía estar completamente seguro de ser cristiano, o mejor dicho: Cristino, jeje.  Tal vez lo de menos hubiera sido el haberme agarrado a golpes con He-man, pero no lo hice por que entendí que yo había iniciado el problema ( Aún a pesar de haberlo hecho por mero descuido ) Además de que no me gusta discutir por cosas tan insignificantes, o como decimos acá en México Si he de agarrarme a golpes con alguien, a lo menos que sea por algo que valga la pena Por una Leidy, pudiera ser, quién lo sabe. Es decir, no soy muy dado a la agresión, soy un tanto burlón, eso sí. Además ( como ya se irán dando cuenta ): Suelo alardear con fría indiferencia y excesiva crueldad. Pero en la realidad evito llegar al pleito. Más cuándo sé que tuve la culpa y tener que aceptar que fui yo quien pudo haber generado el conflicto. Generalmente en la vida real, soy educado y agradable todo el tiempo. Pero es divertido también interactuar con gente que no lo es. Ahora bien, si acaso esto no quedó del todo claro, ya se hicieron pelotas, o quizá aun no me he dado a entender... Trataré entonces de decirlo con la mayor suavidad y elocuencia. Okay, okay, por principio de cuentas, les repito: No soy muy dado a iniciar las peleas. Quizá sí sea yo un tanto revoltoso, ampuloso, generador de polémica y debates doctrinales; no lo voy a negar, pero eso no significa que para decir cualquier cosa, deba siempre andar con una sonrisa de oreja a oreja, o que para ello deba forzosamente tener un ramillete en la mano. Pero, un momento... Se supone que había dicho yo anteriormente y con la mayor claridad posible: Que nada tuve qué ver ( de manera consciente ) en lo que respecta al asunto de la máquina escupidora. ¡Bah! Como haya sido, supongo que debí haber aceptado oportunamente mi merecida cuota de culpa.
  Otra ocasión el Adrián me invitó a echarnos unas vencidas después del almuerzoYo dije entre mí: Quizá conviviendo un poco con él, pueda dejarme ya tranquilo este animal.  Dicho encuentro con el armatoste no se hizo esperar, volviéndose la última novedad para los compañeros del área 5.1 de repostería.  Gracias a que durante toda mi vida fui más pequeño que la gente promedio de mi país... Mis brazos se veían ridículos al lado de aquel simio extinto, ya que sus bíceps parecían semejantes a unas pelotas de bowling.  Llegado el momento del encuentro, me hubiera convenido mejor perder, ya que me odió aún más por haberle ganado a las fuercitas. Y es que de verdad no es que yo quiera seguir alardeando o presumiéndoles, pero parece que a pesar de mi pequeño cuerpo, poseo una fuerza indescriptible, descomunal e increíblemente sobre-humana. Finalmente ¿Yo qué más puedo hacer?  Si Dios ya me dotó de este gran poder físico Cierta Ley dice que según el peso es la fuerza, pero creo que conmigo es todo lo contrario.. Entre más pequeño soy, mayor es mi fuerza. Bien se ha dicho que: La materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma.  Tal razón hace que cuando alguien me tira bronca, ofende o quiere intentar retarme... Prefiero ignorarlo y hasta miedo me da, pero no miedo a él, sino a lo que sea yo capaz de hacer. Y siempre tengo miedo porque soy valiente.  Sí, tengo miedo. Me da miedo lo que pasa cuando alguien me lleva al límite de mi paciencia. Alguien como Andrés, como el Rodolfo, como el Fernando, como el Román, como el Rukén, porque sé bien lo que pasa después. Ya para ir concluyendo, no necesitaba ponerle por fin palabras a esta historia hasta ahora marcada por el silencio. Siempre había sabido que tarde o temprano tendría que darme a la tarea de irla elaborando; no quedaba más remedio, porque un pasado que no ha sido amansado con palabras... No es memoria, es más bien acechanza.



 Si hay algo que he aprendido en mis años de estar en la Tierra, es que las personas no siempre son lo que parecen. Por ejemplo, brevemente les hablaré hoy de este infame indio llamado Rukén, quien alguna vez me apoyó económicamente, aunque tiempo después todo me lo cobró a lo chino, o mejor dicho: a lo cochino. Pero supongo que fue inevitable ante ésta enorme labor de hablarles de Cristo, al igual que de mis ridículas experiencias.  Sucede que cierta ocasión lo hice enojar a dicho individuo. Ya saben... Siempre como de costumbre y con mis imprudencias. Fue una ocasión que le estaba yo impermeabilizando el techo de su casa, en donde había un pequeño espacio que no tenía techo, sino únicamente placas sobrepuestas.  Al verme él arriba de las láminas me dijo sumamente espantado: ¡Estúpido, bájate de ahí! ¿¡No te das cuenta que se pueden romper esas láminas!?  Yo empecé a mofarme con demasiada incredulidad, minutos antes de que ya lo había hecho enfadar, solamente por decirle de broma: "Vamos a ver quien gana a los trancazos." vale? ¡Pero, huuuuy!..  Apenas se acordó de lo que le dije, y explotó sacándole de sus casillas. Se molestó tanto que me dijo furioso, depositando fuertemente y de manera violenta su dedo índice en mi mejilla derecha, para después decirme: Si te hubieras caído encima de mi mamá: ¡¡Yo te mato!!  Por fortuna después de tan explosiva reprimenda pude recapacitar. Tal vez hubiera sido mejor no haberme dejado humillar de esa manera; lo que hubiera orillado a un inevitable enfrentamiento. Siendo honesto se me hizo un tanto exagerado que se haya molestado tanto por el simple hecho de haberme reído o haberlo retado a una pelea de a mentiritas; siendo que hace tiempo atrás, cada vez que yo salía del centro cristiano, el Rukén me decía sin la menor compasión :  "Oye Aarón ¿Es cierto que te gusta el sexo oral entre hombres?" Y lo peor del caso era que lo hacía justamente a la hora en que iban saliendo todas las hermanas del templo. ¡Qué mala pata. no?  Pero según soy el único que reto a la gente con mis comentarios y actitudes.  Aquel día me desconcertó demasiado su proceder, además de sentirme ofendido y por demás indignado.  Yo comprendí a la perfección mi error, pero, y él... ¿Se habrá acordado de lo que me dijo aquel día?  Posiblemente no, o probablemente sí. Para ser sincero no podría saberlo con certeza. Seguramente por tal razón el muy alevoso me despidió ásperamente aquella última vez que le volví a pintar su casa. Tanto por fuera como por dentro, y por supuesto, sin recibir un sólo centavo. No sin antes darme un "sabio consejo"... ¡Nunca retes a nadie!  Tal vez sólo le faltó añadir... Nunca retes a nadie, pero a nadie con quien tú sepas que no podrás hacerle frente.  En fin, uno no puede pedirle a un mono de 64 años que cambie su manera de pensar, la naturaleza lo ha hecho así, y nunca se le quitará. Como sea, considero que al final todos podemos ir olvidando algunas transgresiones pasadas. Ya que la venganza nunca es buena; mata el alma y la envenena.





            EN RESUMEN :  



  Si en tu caso te haz visto envuelto en condiciones como éstas... No te desesperes, mucho menos dejes que la ira, la burla, o la cobardía te dominen. Trata sólo de imaginarte en esos momentos, cual habría sido la mejor manera en que Jesús hubiera podido resolver el problema, o de que forma pudo haber actuado él Ya verás que todo eso te va ayudar a no involucrarte en tantos líos como en los que yo he estado. Y que si has cometido fallas parecidas o peores, trata de no sentirte tan culpable.  Cristo sabe que al final seguimos siendo humanos. No estamos exentos de vernos amenazados por esta clase de individuos Y no te preocupes tanto por lo que digan de ti. Ni siquiera Dios ha logrado caerle bien a todo el mundo. Si alguien te trata mal, recuerda que hay algo mal en ellos, no contigo. La gente sana no anda por ahí destruyendo a otros seres humanos. De hecho, hay personas a las que nunca le caerás bien porque tu espíritu irrita a sus demonios.
 Sabido está que aquello que decides tolerar más de una vez, inevitablemente se convierte en un patrón que seguirá repitiéndose. Pues al no querer marcar límites claros, enseñas a los demás –y a ti mismo– que ciertas conductas o situaciones son aceptables, aunque te incomoden o te perjudiquen. Por ello cada vez que permites algo que va en contra de tus principios o tu bienestar, abres la puerta para que se repita. Establecer límites no solamente es una cuestión de firmeza, sino de respeto hacia uno mismo. No obstante, considera que la prudencia también podría ser una de las mejores tácticas para esas circunstancias difíciles.  De lo contrario, si te dejas dominar por la amargura y la desdicha, terminarás sintiéndote el cristiano más acomplejado que haya existido en este último milenio.  En lo personal te diré que he tenido que aprender bastante en cuanto a la tolerancia, y creo que me ha sido realmente dada una oportunidad diaria para practicarla.  Yo sé que eso suena casi como una bofetada, pero tal concepto no ha sido aún removido, sino que se ha mantenido inmutable y es de una sola manera. Quizá por eso no he tenido mucho éxito en ello.  Hay momentos en los que el ansia de responder con la misma moneda es fuerte. De devolver cada falta de respeto, y cada gesto cruel. Pero entonces me detengo, observo. Veo sus vidas, sus batallas, y entiendo que el mundo ya les ha dado suficiente castigo. Algunas guerras no se pelean con palabras, sino con silencio. Al final, cada quien da lo que lleva dentro. Yo elijo no devolver el daño, sino seguir adelante. Nunca te muestres desesperado. Mantente calmado, incluso en los momentos más difíciles. La grandeza genuina no se construye desde el caos emocional ni en la desesperación, sino desde la disciplina y la fortaleza. Cada prueba es una oportunidad para crecer, para forjar tu temple y demostrar de qué estás hecho. Asume cada desafío con firmeza, porque es ahí donde se construye tu verdadero carácter. Ahora bien, perdonar a alguien que ha sido abusivo contigo: NO significa que le permitas volver a tu vida. Se puede perdirle a Dios que te ayude a perdonar en tu corazón a esa horrible persona. Porque perdonar no significa que no puedas hablar de lo que te sucedió. Significa, mejor dicho, dejar ir la amargura, que es como una herida abierta. Cuando se perdona a alguien, uno comienza a sanar. Perdonar a las demás personas en silencio y elegir nunca volver hablarles, no se trata de enojo o de guardarles un rencor. Se trata mejor dicho de cuidarse a sí mismo. Se trata de dejar ir lo que dejaron atrás sin reabrir la puerta a más dolor. A veces es necesario conocer esta clase de malas personas, para no ser igual a ellas. Por tal razón no insultes a nadie llamándolo hijo de perra. No hay trono más puro y limpio... que el corazón de un perro. Y no te enojes. Recuerda que la gente no te hace cosas, la gente hace cosas y sólo tú decides si te afectan o no.  En lo personal no necesito venganza porque todo me será devuelto en forma de conocimiento raro e intrigante, que sólo se obtiene a través del sufrimiento. Por lo mientras las mejores armas que te podrían servir para este tipo de situaciones, serán la tranquilidad y la paciencia, luego la oración y la entrega que tengas tú con Dios, para que no termines siendo avergonzado por el Diablo, por la gente, e incluso hasta por ti mismo. 1ra de Reyes 19:1 al 16.









      NUNCA RETES A NADIE, PUES A QUIEN 
     SIEMPRE DEBES RETAR: ES A TI MISMO.
  






























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