viernes, 22 de febrero de 2013

Un cuentito nomás.

 



  Durante la época de mi adolescencia donde aparentemente nada tenía mayor interés, mas que el de pasar la vida jugando con los amigos del barrio, las tardes de juego, las ansias de los sueños, y aquellos tintes molestos por los continuos regaños de mi padre, es donde me vienen gratos recuerdos de una atractiva maestra llamada Norma en mis primeros años de secundaria, era una mujer que irradiaba belleza y amaba el arte de la escritura, especialmente el área Gramatical.
  Mi pasión por las historias y la literatura se remontan desde aquellos días, y es entre esas líneas que inventé a Thomas, un Joven de 32 años procedente del Salvador, asignado por un oficial de alto rango para un trabajo bastante riesgoso aquí en México, contando solamente con quince días para cumplir la orden, con escasos dos años en criminología y tres más de haber servido al ejercito, Thomas viaja a México. Brevemente supe que procedía de cuna humilde, padre alcohólico y madre evangélico-cristiana quien se congregaba en un templo pentecostés muy sencillo, llamado
Monte Sión.



  El motivo principal por el cual aceptó dicha tarea, fue la posibilidad de darle una mejor calidad de vida a su honorable madre.  Básicamente la misión era tratar de acabar con una organización criminal de secuestros y extorsión aquí en México y Centroamérica; parte de los conocimientos que obtuvo Thomas como oficial de policía se lo debía al Teniente Raúl Minorawa Zuñiga. Ya llegando al Distrito Federal se subió a un taxi que lo encaminaría hasta la agencia de investigación policíaca, de pronto súbitamente un fuerte temblor sacude la ciudad, abriéndose un enorme boquete en la avenida, quedando completamente tragados por aquel cráter, el infortunado taxista recibió un fuerte impacto que le desfiguró el rostro al caer, la confusión en la que todo mundo estaba, no le prestaba atención a Thomas quien yacía pidiendo auxilio dentro del auto, para su mala fortuna un alambre se le había incrustado en un costilla que salía del asiento del conductor al haber caído el vehículo.  Thomas se pregunto - ¿Será esto el fin del Mundo?  Siguió gritando hasta que un niño de trece años llamado Luis, logró escucharlo, le pidió enseguida avisara a quien se encontrara en ese lugar.  Minutos después recibe una cuerda especial que sirvió para reincorporarlo a la superficie, cuando terminaban de subirlo no podía creer lo que estaba viendo, luego de vendarlo un rescatista, se dispuso Thomas a ayudarle a los demásQuitando piedra sobre piedra de lo que anteriormente fue un hospital ( Tres días y tres noches ) se mantuvo al pendiente tratando de ayudar en lo que se pudiera.  Luego del último día que estuvo apoyando, al mover un enorme pedazo de losa le pareció ver a un lindo gatito, y delante de él, algo parecido a un cuarto.  Como pudo se fue arrastrando por aquel reducido espacio, lo que alcanzó a oír le lleno de alegría el corazón, no podía creerlo, se trataba del llanto de quince o tal vez 20 bebés, cuando salió de ahí dio aviso a los socorristas de lo que había descubierto, un oficial de rango le pregunto quien era. Luego de mostrarles su identificación enseguida fue llevado al ministerio público, donde yacía el agente Alfonso Mendoza, quien lo recibió amablemente en su hogar por unos días, platicando largo rato, Mendoza le dice que desde hace ya una semana que lo estaba esperando, debido a que el Agente le solicitó dicha petición anteriormente a un subteniente de su país, cual hizo amistad con él en una convención internacional de la ONU.




 Por dos meses Mendoza tuvo la amabilidad de tenerlo en su casa, para después llevarlo a instalarse en una modesta casa de huéspedes y darle seguimiento a la orden e instrucciones que recibió en su País, tiempo después cuando la mayoría de las comunicaciones se fueron restableciendo en la capital, a raíz de aquel impresionante y trágico acontecimiento, se le dio a Thomas un pequeño escritorio para continuar su trabajo, acompañando todos los días en una patrulla y fines de semana ( de 8 de la mañana a 4:30 de la tarde ) con un oficial en turno llamado Julián Pérez, atendiendo la zona sur de la capitalEl sueldo que recibía Thomas, le alcanzaba sólo para comer y pagar su estancia en aquella casa de huéspedes.  Casi siempre de terminar sus labores se concretaba a seguir con extrema disciplina la misión que se le había encomendado, que para ampliar el caso un día Martes decidió ir directamente a la agencia nacional de archivos, esto con el fin de revisar otras fuentes al igual que coartadas, como una forma alternativa y transparente para seguir la investigación, y así poder comprender a exactitud el comienzo de las sospechas que habían empezado a generarse de la Turca, una asociación independiente y supuestamente humanitaria, que lamentablemente y como en otros lados, existen siempre personas que se venden por un puñado de dólares, razón por la que no fue nada sencillo que le proporcionaran algo tan confidencial y de suma importancia ( sobre todo por ser policía )  Aún si éste fuese extranjero, expedientes que desde luego beneficiaría en gran parte a la detención de dicha fraternidad delictiva.  Según parece el sello y firma de quien lo estaba amparando no iban a servir de mucho, así que tratando de ser amable, se dirigió primero a una tal señorita Cardoza que estaba haciéndose manicure en horas de trabajo. - Acto seguido Saca de su boca una goma de mascar para luego pegarla debajo de su asiento, casi enseguida mandó a Thomas con un supuesto licenciado Jacinto Canek, pidiéndole de favor a este mismo que fuera a buscar al teniente Jiménez, quien recientemente se había ido a comer.




Pasada una hora por fin llegó el mentado oficial. Un hombre, no voy a mentir... Tenía un aspecto en verdad horrible, de brazos delgados, corbata mal puesta, un vientre muy similar al de los perritos de rancho, dientes sarrosos, despeinado y con cara de armadillo. Que con mucha paciencia, eso sí, revisó detenidamente el permiso y la identificación de Thomas, no sin antes darse el gusto de empezar a comer una rica dona glaseada, diciéndole al mismo tiempo y de manera grotesca, que dichos documentos estarían fuera de su alcance y prácticamente imposible dárselos, lo que naturalmente llevó a Thomas al límite de su paciencia, depositando con fuerza su mano en el escritorio, con valor y coraje decidió improvisar, diciéndole fuerte y claro al teniente:  Ponga mucha atención a lo que le voy a decir... Sé muy bien cómo trabajan ustedes los mexicanos, y dudo mucho que un pequeño trozo de pan, le esté ocasionando ahorita.. que se le haga el hocico para un lado.  Me importa muy poco quien sea usted, así que mejor ajústese a lo que le estoy pidiendo.
 No vine de lejos sólo para ver su fea cara, y encima de eso también tenga que reprimirme de algo que podría ayudar significativamente contra la corrupción que se está viviendo aquí en México.


Se supone que estamos aquí para apoyarnos y cumplir la ley como colegas que somos. Así que teniente, si no quiere meterse en un problema, no dificulte mi labor policial o me veré obligado a tomar otras medidas más efectivas, por no mencionar que en este lugar hay a lo menos 80 policías trabajando, y que están intentando aplicar lo que usted llama justiciaJiménez le dice ¡Qué palabras tan profundas!  Suenan muy parecidas a las de Anastasio Aquino quien prometió erradicar a los malos de su país, pero... Creo que su caso está más relacionado con asuntos internos, ahora déjeme ver si le estoy entendiendo bien, ¿Me está usted amenazando?  ¡No, no!  Le dice Thomas  ¿Cómo fue que no pensé en eso?  Por favor no me malinterprete teniente, únicamente le pido que se ahorre el sarcasmo, al final de una u otra manera terminará dándome lo que le estoy solicitando, además las amenazas se hacen para no cumplirlas, en cambio yo ¡Le estoy garantizando! Sin embargo aún le pido gentilmente me proporcione lo que necesito, de lo contrario tendré que formar un equipo que va a rebuscar en su vida, y va inclusive a encontrar aquel cheque sin fondos que usted le dio a un travesti cuando tenía 23 años, ¡¿Disculpe?!  Dijo azorado el teniente, ¡De ningún modo lo voy a disculpar! ¿Quiere conservar su trabajo?  o si lo prefiere, hoy puedo llenar esto de federales, yo le sugiero mejor me diga algo agradable.  Thomas habría jurado que las cuencas del teniente se empezaban a hundir de manera rápida e inexorable, lo que le hizo sudar copiosamente, para enseguida decirle, ¡ejem!  No será necesario ponernos de mal humor, comprenda que yo al igual que usted recibo ordenas de allá arriba.  Bien, le dijo Thomas por último, ¡Pues dígale ahorita mismo al Chucho de allá arriba:  Que lo mismo le va a pasar a él si no me facilita cuanto antes lo que por ley me confiere, y nada le hace que yo venga de otro país!  Con voz temblorosa Jiménez le pregunta por último a Thomas  ¿Necesita algo más oficial?  ¡Por supuesto!  Lárguese que ya no quiero verlo.



 En el transcurso de su investigación Thomas se vio envuelto en situaciones por demás peligrosas. Y fue así que por numerosas evidencias descubre que la Turca ( Nombre dado a tan apreciada asociación por la comunidad mexicana ) Debido a los favores que ésta hacía a la misma, eran los primero sospechosos de la cual estaba él tras la pista. Es así como una noche ingresa de manera riesgosa pero bien planeada a dicha residencia de la colonia Aragón, para obtener cualquier evidencia o dato que pudiera ayudar como prueba y llegase a encontrar en su interior, que sirviera también, por supuesto.. Para contrarrestar la negativa influencia que estaba ejerciendo dicha organización asesina en todo América Central.  Con un desarmador especial Thomas logra entrar por una ventana de la lujosa casa, haciéndose la pregunta más obvia: ¿Porqué no habrá alarmas?  La respuesta fue casi inmediata, ya que tres perros Rottweiler lo comienzan a perseguir, pero con un rápido movimiento cierra la puerta de lo que parecía ser una biblioteca donde había ya él entrado. Por fortuna guardó la calma y pudo realizar con prontitud aquella maniobra que lógicamente le salvaría la vida, poniendo así en practica todo lo aprendido en sus años de ladronzuelo. Logrando así obtener algunos documentos que bien podrían ayudar exponencialmente a la detención de dicha organización.




  La modesta posada donde Thomas se alojaba, era por el momento el mejor escondite, pues era obvio que aquella organización lo estuviera buscando.  Pasados los días cuando sintió un poco más de confianza, salía por ratos a conocer la ciudad, tratando siempre de protegerse de las miradas curiosas y extrañas, después de comprarse un hot-dog y su limonada regresó a la habitación, para después recibir una extraña noticia. Era la voz grabada de su compañero oficial, que le decía: Hablaron de tu país solicitando tu inmediata presencia, en cuanto a tus honorarios los recibirás allá mismo al completar tus servicios y entregar los documentos que obtuviste en la casa de la Turca, según parece a otros Agentes les han asignado este caso, te deseo suerte Thomas ( terminó de decirle Mendoza ) Ya no podré ir por ti, me acaban de llamar para otro trabajo, cuídate amigo, ¡Ah! y espera de favor a las personas que te encaminaran al aeropuerto, chao tíoNo muy conforme con la decisión que recibió desde el Salvador, así como de la pronta solicitud de su regreso, analizó todo, lo cual le pareció un tanto extraño. Y es que no podía ser casualidad que además de.. Bien pudo haber sido destrozado vivo por unos perros, a los pocos días de haberse recuperado de aquel susto: Se le pidiera de inmediato regresar a su natal país de residencia...




 El único contacto que le estaba ayudando gran parte de la investigación era su instructor oficial Minorawa, a quien le explicó el desarrollo de como estaba avanzando con la misión que se le había asignado, cuando trato de prevenirlo supo por intuición que todas las llamadas estaban siendo previamente localizadas vía satélite que, todo parecía señalar que no iba a ser tan fácil desenmascarar a una organización tan influyente, en pocas palabras su jefe inmediato lo estaba traicionando.  A Thomas no solamente le dolió dejar a su madre sino también a su amiga cristiana que estaba empezando a conocer, lo que también le dio nostalgia ver a su gran amigo y maestro darle la espalda, aventando con furia el celular a la pared, la intuición lo llevo a asomarse por la ventana y mirar a dos hombres que lo "acompañarían" hasta el Aeropuerto y verlos entrar rápidamente a la casa de huéspedes, de modo que tubo escasos dos minutos para amarrar las dos sábanas de su cama a la escalera de emergencia cual se encontraba detrás de la otra ventana que miraba a una pequeña cocina económica, al ir bajando por ahí una de las sabanas se rompe a casi a cinco metros de altura, por fortuna cae Thomas en un contenedor que estaba abierto y con suficiente basura, lo cual amortiguo un poco la caída, saliendo con rapidez y un tanto mareado por el golpe, se dispuso a correr sin parar por las transitadas calles de la ciudad, para no dejarse atrapar tan fácilmente La siguiente pregunta que se hizo Thomas fue ¿Cómo podré ir a Estados Unidos e informar a todo el Mundo que esta supuesta organización se trata de una maldita secta de secuestradores y asesinos?  debido a que la otra parte del enigma se encontraba en el país del norte, de manera que ignorando el peligro tomó el riesgo de aventurarse sin nada de dinero y pelear en contra de tan poderosa hermandadya que otra de las cosas que descubrió de ellos fue que se dedicaban a las prácticas malignas, sacrificios humanos y cultos satánicos.



 Abordando así Thomas el primer autobús a Tamaulipas, pensó que con un poco de suerte y los últimos 384 pesos que tenía, sería posible llegar hasta la frontera. Ya estando en la ciudad de Matamoros esas mismas personas que vio entrar en la casa de huéspedes allá en México, estaban esperándolo.  No dejando que la desesperación lo dominara, aprovechó el ajetreo de la gente para salir por detrás del bus, luego seguir corriendo con todas sus fuerzas y abandonar la terminal camionera hasta llegar a un enorme puente que servía como división entre México y Estados Unidos; sin pensarlo tomó una decisión demasiado arriesgada, CAMINAR POR EL DESIERTO, fueron días de ayuno, de estarse escondiendo, de soportar el incesante frío por la noche y el agobiante Sol del día.  Momentos después logró cubrirse con la chamarra de un hombre que yacía tirado sobre el camino,  no se veía mayor de 45 años, al parecer tenía una pierna inflamada, lo que tal vez le impidió seguir caminando, ya que su cuerpo no estaba aún descompuesto, tendría quizá pocos días de haber muerto de insolación. Aquella triste escena lo asusto tanto que instintivamente retrocedió dos pasos y enseguida preguntarse: ¿Qué estoy haciendo en este horrible lugar.. Jugando al héroe? ¿Acaso no era más conveniente mejor regresar a mi hogar?



De manera que ya no podía haber marcha atrás, afortunadamente los papeles que servirían para refundir en la cárcel a toda esa familia de secuestradores, los dejó guardados en una caja de seguridad en México, todo parecía indicar que Thomas Fuentes lejos de ser un defensor de la ley, era ya un prófugo de la ¿Justicia?  Al seguir el trayecto por el desierto la pérdida de calorías estaba haciendo ya estragos en él, pasaron diez minutos, creyó o se imaginó ver que una camioneta se iba aproximando a tirar lo que parecía ser, una gran cantidad de naranjas que mostraban apariencia de ya no servir para su venta, no sabía si pedirles ayuda o quedarse escondido, pensando que lo primero que harían era llevarlo a las autoridades, así que decidió seguir escondido y esperar que se retiraran, de hecho no estaba seguro de saber si era correcto lo que estaba haciendo, y menos desear por ningún motivo, que fuerza era la que lo estaba motivando.  La cantidad de naranjas que consumió le ayudó a continuar su marcha, no antes de sentarse en un pequeño arbolito y poder descansar un rato, evitando así aunque sea brevemente el despiadado calor, Thomas empezó a cuestionarse ¿Volveré a ver a mi madre? ¿A mi amiga que me ha estado hablando de Jesús? ¿Habrá muerto ya mi padre de alguna congestión alcohólica?  Mis pequeños hermanos, qué difícil será ya no poder estar con ellos,  al final se dejó abandonar por el sueño, para luego de 45 minutos levantarse nuevamente y emprender el camino que aún le quedaba por recorrer.
  Luego de tres días en el desierto alcanzo ver a lo lejos unas casas, llegando allá lo poco que sabía de ingles le sirvió para medio comunicarse con la gente y no morirse de hambre.  Alrededor de 21 días estuvo limpiando una caballería, luego con el poco dinero reunido logró llegar hasta Nueva York, fue ahí donde pudo contactar a su amiga del Salvador e informarle con detalle, a donde fuera a recoger los documentos y enseguida llevarlos a la Embajada norteamericana en México, en el momento que él se lo indicara, por si llegara a pasarle algo.  Y que Dios al que tanto amas, te guíe a encontrar la persona que nos pueda ayudar a resolver este misterio, siendo las últimas palabras que le dijo aquel día.


 Esa noche ya en Nueva York tratando de encontrar refugio, recorrió varios largos trechos por calles poco transitadas para cerciorase de que no era seguido, de pronto bajó de forma repentina de un vehículo cuando necesitaba urgentemente ir a un sanitario, observando con atención desde la rejilla, quienes subían o bajaban en las esquinas en que él también lo hacía.  Y cuando estaban por desvanecerse sus sospechas, convencido casi de haberse dejado llevar por una excesiva preocupación proveniente de la tensión nerviosa: Llegó a juguetear mentalmente con un puñado de razones que justificaran la ausencia de sus perseguidores.  Fue entonces cuando se presentaron de improviso dichos maleantes que, defendido Thomas por una sonrisa apacible pero a la vez fría y aguda, decidió enfrentar a estas personas que lo estaban siguiendo desde México, a lo que pudo adoptar un tono arrogante indispensable para enfrentar a los atacantes. Precavido se fue adentrando lentamente a un callejón con la idea de proteger a la demás gente. Ya estando de frente.. uno de ellos le dispara directamente a la cabeza, enseguida de la nada aparece un hombre de elevada estatura que intercepta el proyectil, para luego decir tan sólo cinco breves palabras frente a Thomas... Aún no es el momento.



La extraordinaria manifestación desaparece de la misma forma dejándolo impresionado,  enseguida que se emparejó la pelea comenzó la riña entre los tres. Ya estando Thomas en ventaja, a uno de ellos le da un tremendo puñetazo que le quiebra la quijada, sometiendo al otro del brazo para después fracturarlo.  El grito que dio fue similar al de una mujer dando a luz, al final le conectó un certero golpe al esternón, luego de girarle la cabeza hasta acabar con su inmunda existencia, después al otro delincuente que ya despertaba, le obligó a confesar en dónde se encontraba dicha organización.  Desesperado el rufián, le dijo ¡Sí sí, está bien! Pero no me vas a matar ¿verdad? -Thomas le dice enseguida: Maldito cobarde!  Pides clemencia cuando jamás escuchaste los ruegos de quienes tenías secuestrados, a ojos vendados y sin recibir alimento. Cuánta de esa gente te pidió misericordia. ¿Qué te dio derecho a no perdonarla? Y ahora resulta que tú pides clemencia. ¡Jaja! ¿Estás bromeando verdad?  Pensándolo bien, creo que con la información que me diste, podré llegar sin ningún contratiempo adonde quiero. No te necesito. Seguiré adelante solo. De pronto el malhechor saca un cuchillo de su traje en un ridículo intento de sorprender a Thomas, pero enseguida le da un fuerte golpe con el pie, no sin antes darse cuenta que ya lo había herido cerca del estómago.  Así que tratando de esquivar un segundo ataque por parte del asesino, con la misma arma que le había quitado: Aprovechó el salvadoreño para darle rápidamente un certero disparo, alojándose justo en la aorta del corazón, siendo la primer ocasión que Thomas tuvo que matar en defensa propia, al privar de la vida a esos dos criminales



 Cuatro años pasaron Thomás había ya regresado a su país, y todo parecía haber vuelto a la normalidad, no obstante se dio nuevamente la oportunidad de volver a México, sólo que esta vez fue de manera extraoficial.  La última instrucción que recibió una amiga de Thomas se la dio al llegar a una enorme bodega, dirección que encontró en uno de los documentos que pudo obtener de la residencia, aparentemente el lugar se encontraba vacío, ya luego de darle las coordenadas de aquel lugar se despidió rogándole que cuidara de su madre, y le dijera esto:  Lo que hice fue por que realmente así lo decidí y era necesario, dile por favor le pida a Dios y que se acuerde de míSi ya no puedo regresar, sabes muy bien lo que tienes que hacer  ( fue todo lo que le dijo )  Lo que Thomas encontró al entrar en esa enorme bodega no se podría explicar con palabras, todo indicaba que se trataba de una fraternidad delictiva además de maligna.  Finalmente al llegar a ese lugar se encontró con otros 16 de ellos, quienes no dudaron llenarlo de plomo, no sin antes decir Thomas gritándole a todos ¡NUNCA LOGRARÁN SUS PROPÓSITOS!  y jamás podrán callar la voz de la justicia.  En esos últimos momentos Thomas recuerda a su madre, el rostro de aquella mujer desvelada, de consejos a sus hermanos, recordando también las palabras no dichas, su amiga cristiana que se hace presente como una oración prometida para su cuidado, y tantas memorias de enseñanzas dominicales que le hicieron reconocer el amor eterno de Dios, sabiendo que a pesar de la poca justicia que se pudo lograr, él se ve fiel y compensado durante aquel enfrentamiento, el primer impacto que llegó a su cerebro no alcanzó a escucharlo ( ya que la bala es más rápida que el sonido )  Ni siquiera experimento dolor, de hecho fue como si un profundo sueño cayera sobre él.



Tres semanas después el consulado Mexicano en Norte-América daba la mejor noticia a la ciudad,  y era que la organización de secuestradores, quien se hacía llamar "la Turca" estaba siendo aprendida en aquella enorme bodega de Nueva York, tres soldados de las fuerzas especiales murieron en el cumplimiento de su deber al intentar apresar a la mayoría de toda esa fraternidad delictiva.  De pronto despierto de mi historia con una pregunta en el aula de la secundaria que se va haciendo más distante el final de la historia,  resulta ser la voz de la maestra Norma diciendo  ¿Quién es Aarón?  alzando yo la mano me presento con ella. Enseguida me dice - ¿De que libro o película sacaste tu historia?  Comentario que me sonrojó por breves momentos Poco a poco fui dejando a un lado la historia de Thomas durante largos años, la cual le expuse a ella como tarea y así volver a mi realidad... a la realidad de las calles de mi barrio, con problemas como todos, con sus olores característicos y ambiente nostálgico, realidad del tiempo vivido... De los sueños de un joven queriendo cambiar el Mundo en si mismo, un joven amante de las historias, de los grandes artistas tales como James Stewart, Orson Welles, Gregori Peck, Tony Curtis, Antony Quinn, Henrry Fonda, John Wayne, Vic Morrow, Steve MacQueen, Burt Lancaster, Charles Bronson, Lee Marvin, Marlon Brando, Michel Caine, Pedro Armendaris, Arturo de Córdova, Mario Moreno, Manolo Fábregas, sólo por mencionar a algunos, así como de los cómics y sus extraordinarios personajes.



  Thomas, un simple Policía salvadoreño quien sin dinero y sin la ayuda de nadie ( excepto Dios )
Sin una razón aparente por la que tuviera que seguir adelante en tan arriesgada misión, logró llegar hasta donde muy pocos amantes de la ley han tenido el valor,  y lo pudo llevar a cabo cumpliendo su objetivo.  Así es, un hombre renuente que difícilmente se dejaba moldear por Dios, que con todo y eso se esforzó e hizo la diferencia como cualquiera de nosotros lo podría hacer, tratando de modificar el sucio entorno en que vivimos, pues siempre habrá casos especiales donde se requerirán diferentes pinceladas para motivar a la genteDe hecho hay ideas que podrían mover incluso al mundo, pero claro... No antes si éstas se hayan transformado ya en sentimientos.  














 





























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